Ya ha llegado el Internet de las Cosas (IoT) a la agricultura, y ha llegado para quedarse. Parece una afirmación arriesgada, pero nada más lejos de la realidad; las máquinas están haciendo que la vida y las tareas diarias del ser humano sean cada vez más cómodas y sobre todo más eficientes. Y llegado este punto, muchos pensamos en cualquier superproducción de USA en la que las máquinas se apoderan del planeta…ficción, sólo ficción. El internet de las cosas y la simplificación de procesos a través de las máquinas “inteligentes”, va a cambiarlo todo, de hecho ya lo está haciendo.
Digitalización en poco tiempo
Si echáramos la vista atrás tan sólo 15 años, y le preguntásemos a cualquier agricultor si pensaba que podía ser cierto decirle a su explotación agrícola cuándo y cómo regar su plantación, y que además lo iba a hacer desde su móvil, la contestación sería que si estaba loco la más suave. Eso hoy en día es lo más normal que se puede hacer gracias a la DIGITALIZACIÓN y el IoT.
En la actualidad contamos con dispositivos y sensores que son capaces de medir desde la temperatura ambiente y la del suelo, hasta los momentos del día en los que la radiación solar más incide en el invernadero o puedes decidir la humedad del entorno. Hoy en día puedes controlar la ventilación de la explotación agrícola a distancia, por medio de la automatización de los sistemas de ventilación de tu finca.
Además de esto, hay explotaciones tan modernas que cuentan con novedosos sistemas de calefacción y con sistemas avanzados que consiguen acumular dióxido de carbono favoreciendo la fotosíntesis de la planta.
Los grandes expertos afirman que, lo que se pretende no es automatizarlo todo, si no aprender a desarrollar sistemas que consigan, no sólo una mayor calidad de vida y un ahorro de costes para el ser humano, sino conocer de primera mano cómo inciden todos estos sistemas en la agricultura y alcanzar un producto de más calidad.
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