Desde hace mucho tiempo, cuando se habla del poniente almeriense y de sus invernaderos, se nombra a esta zona como “EL MAR DE PLÁSTICO”, pero siempre se hace desde un tono peyorativo y malintencionado. Casi en ningún caso se hace desde un punto de vista loable y que alabe que la labor de la agricultura almeriense es tan importante, que desde hace décadas es el motor de la economía hortofrutícola en Europa y otras muchas zonas del resto del mundo. Así debería ser, pero por desgracia no suele suceder. Pero, ¿Por qué sucede este curioso hecho? ¿Por qué desde mucho sitios, de España incluso, se afirma con total libertad que el plástico almeriense contribuye al calentamiento global y a la contaminación en masa?

Vamos a tratar de buscar algunas respuestas de por qué se realizan tales afirmaciones y sobre todo vamos a intentar explicar si son ciertas.

Casi siempre, las acusaciones infundadas vienen de fuentes como los medios de comunicación y las organizaciones medioambientales, las cuales, en la mayor parte de las ocasiones no se documentan de manera correcta, y dan por sentado que tanto plástico masificado contribuye a que se produzca un calentamiento global mayor y una contaminación del ecosistema.

Nada más lejos de la realidad amigos!!! En un porcentaje altísimo el agricultor del poniente almeriense está totalmente comprometido con el medio ambiente y con la ecología, y no sólo porque sean unos naturistas defensores del medioambiente, sino también porque para poder ser competitivos y sobre todo aceptados en los mercados europeos deben de apostar por estos aspectos, y si no lo cumplen estarían fuera de esa ecuación AGRICULTURA ALMERIENSE+MERCADOS EUROPEOS.

Lo que esos “malinformados” medios de comunicación no conocen, o no quieren conocer, son los siguientes datos, los cuales son aplastantes:

• Somos el mayor exportador hortícola de Europa.
• Hemos aumentado de la población a unos 700.000 habitantes contribuyendo a la inclusión de más de 100 nacionalidades foráneas a la mano de obra agrícola.
• Se han construido multitud de colegios y centros educativos en los que se fomenta la multiculturalidad y en los que están adaptados a todo tipo de religiones y etnias.
• Se ha desarrollado un modelo de negocio que se ha puesto como ejemplo en todo el mundo.
• La agricultura almeriense alimenta a más de 500 millones de europeos.
• En la última década Almería ha sido la agricultura mundial que más ha crecido y potenciado en cuanto a lucha integrada o lucha biológica, desmontado otro falso mito en el que se acusaba al agricultor almeriense de usar pesticidas nocivos para la salud.
• Ahorramos en agua 10 veces más que cualquier otra agricultura mundial, contando con el sistema más avanzado de riego agrícola.
• Gracias al clima y a la cantidad de horas de sol con las que contamos, conseguimos ser una agricultura sostenible y sobre todo eficiente en cuanto al ahorro energético.

Además de todo lo citado, lo más destacable podría ser que el plástico de los invernaderos, que tanto desprestigio nos ha ocasionado por parte de medios de comunicación externos a la zona, y organizaciones ecológicas, es el gran artífice de que, no sólo no ha subido la temperatura y no ha contribuido al calentamiento global, sino que además se ha conseguido que dichas temperaturas bajen en los últimos años, gracias al “desconocido efecto albedo”, con el cual se ha conseguido que los rayos solares reflecten en la cal que recubre las cubiertas de los invernaderos, influyendo así en que dicha temperatura disminuya, ojo, ¡¡¡desde la década de los 80 hasta esta parte!!!

A ver qué agricultura o modelo de negocio puede afirmar eso…