Más de la mitad de la basura que se arroja a los cubos tendría la posibilidad de convertirse en composta, o lo que es lo mismo retroalimentación para la tierra. Para que esto tuviese probabilidades reales de convertirse en un hecho consumado, los humanos deberíamos de poner más énfasis en separar la basura orgánica de la que no lo es. Pero, para que esto comience a suceder, se debe de educar mucho mejor a la gente en estos lares.
Esta batalla medioambiental hace ya tiempo que está librándose, y consiste en retroalimentar un proceso de aprovechamiento de residuos alimentarios u orgánicos que deriva o desemboca en lombrices que inician el proceso de la composta, el cual sirve nuevamente como fertilizante para las plantas.
Aunque aquí, en España, no existe esta cultura, esta herramienta agrícola puede ser un arma muy poderosa para nuestra agricultura, además de ser ecológica 100%. La composta, y el líquido que se genera de la misma, es un incentivo maravilloso para la reutilización de residuos orgánicos. Si se sabe crear una corriente de difusión de esta técnica, y sobre todo si los gigantes de la agricultura se ponen las pilas a este respecto, el impacto medioambiental y de ahorro económico puede ser estratosférico para la economía del poniente almeriense.
Finalmente, queremos destacar los principales beneficios de generar una microeconomía de la famosa composta:
- Con esta técnica se completa el ciclo alimentario, consumiendo alimentos, desechando una parte de ellos que en lugar de basura se convierte en fertilizante so materia orgánica para las plantas de nuevo.
- Las famosas emisiones de gases de efecto invernadero se minimizan en mucho gracias a que se reducen los residuos al aprovecharlos nuevamente como abono para plantaciones.
- Conseguimos un estiércol/abono de lo más natural que existe, limpio, respetuoso con el medioambiente, cargado de nutrientes y sobre todo barato.
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