La acuaponía, una quimera hace unos años, está cada vez más cercana en la actualidad. Se trata de la integración de la cría de peces y el cultivo de plantas, todo mediante un sistema sostenible e independiente que aúna todos los sueños de una fauna y una flora de lo más limpio y saludable. Afirmación esta última muy arriesgada, pero muy cierta también.

El sistema funciona del siguiente modo: en el subsuelo se coloca un “recipiente” en el que los peces viven en un medio acuático, estando situado justo por encima un suelo tipo jardín/plantación, en la cual se siembran las plantas/hortalizas que se quieran cultivar.

El proceso, en cambio, se basa en los siguientes supuestos: los peces producen el compostaje necesario, el cual es bombeado a la parte superior del sistema (donde están las raíces de las plantas), usándose como fertilizante para alimentar a la planta y cultivarla en todo su ciclo, es decir, los peces se crían y desarrollan dando lugar a que las plantas se cultiven. Del mismo modo, estas raíces limpian el agua al absorber esta composta que producen los peces, haciendo que no sea necesario, de manera habitual, un purificador de agua ni que haya que cambiarla. Este método es válido para todo tipo de peces de aguadulce, aunque parece ser que funciona mejor en climas más calurosos.

Además, es primordial destacar las bonanzas y aspectos positivos que conlleva este procedimiento:

  • Se produciría un ahorro de agua cercano al 90% si lo comparamos con la agricultura tradicional.
  • Hablamos de una técnica totalmente ecológica, ya que conseguimos un fertilizante de la naturaleza.
  • Se producirían muchísimos menos residuos a tratarse de un circuito cerrado.
  • Sistema nada invasivo con el ecosistema, al sacar partido a todos los aspectos del proceso a través de la fauna (plantación) y la flora (peces).
  • Quizá lo más importante, es que hablamos de una práctica 100% natural y que no necesita ni de fertilizantes, ni acelerantes, ni estimuladores que hagan a la planta crecer de un modo diferente al natural.

Veamos que sucede con esta técnica en el futuro, y si se integra de manera parcial en nuestra agricultura, o por el contrario se crean sistemas parecidos que imiten la acuaponía y que se adapten al cultivo masivo y global de la agricultura almeriense.